Cuando te bebo, cómo me bebes;
mientras me ato, cuánto te atas;
al nacer, bien pronto me matas,
al escapar, cuán pronto me tienes.
Vive el uno en el otro, entre las sienes,
estalla el otro en el uno, cual resaca;
presos del furor, nadie nos rescata;
libres por amor, nada nos detiene.
Siempre en el pensamiento, siempre;
a todas horas tus ojos en mis ojos;
cada paso que doy, tu pie lo siente.
Sobran las palabras, son abrojos;
faltan los minutos más ardientes:
hijos del fuego, seremos sus despojos.
jueves, 26 de febrero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Que lindo que escribes, tu blog esta muy bonito!
QUE DIOS TE CONTINUE BENDICIENDO!
Saludos!
Publicar un comentario